viernes, 23 de noviembre de 2018

Naufragio

Todavía dormida, escuchaba cómo se filtraba la tormenta. Soñé un poema.
Apenas desperté quise anotarlo pero sólo había retenido una imagen: la lluvia rodaba  sobre los brazos  de un hombre dispuesto a recibirla.  A medida que escribía los rastros que esa imagen había dejado en mí, el agua se escurría sobre la hoja transformando las letras en ríos de tinta. Le puse título: Naufragio.

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