presente en cada una de mis ausencias
la herida todavía abierta
hunde una vez más
su pregunta en el vacío y lo ahueca
insiste -necia y sorda-
Ante los reclamos del alma inefable
que late en en el corazón de toda respuesta
hunde una vez más
su pregunta en el vacío y lo ahueca
insiste -necia y sorda-
Ante los reclamos del alma inefable
que late en en el corazón de toda respuesta