desde sus ecos más profundos
extiendo el hilo de mi voz
y acaricio la piel de la espera
busco apreciar las diferentes texturas
que habitan en la distancia
extiendo el hilo de mi voz
y acaricio la piel de la espera
busco apreciar las diferentes texturas
que habitan en la distancia
de pronto una brisa
-apenas perceptible en el temblor de un nombre recién nacido-
se cuela en el compás de la tarde y la colma de desconcierto
-apenas perceptible en el temblor de un nombre recién nacido-
se cuela en el compás de la tarde y la colma de desconcierto
por un momento la palabra se demora
suspendida en el vaivén inevitable
entre la promesa y la incertidumbre
de lo que al fin será dicho
suspendida en el vaivén inevitable
entre la promesa y la incertidumbre
de lo que al fin será dicho