llueven blancas las flores del cerezo
sobre el andar de los amantes
sobre el andar de los amantes
mendigos encadenados avanzan
cobijados bajo la intemperie de los despojos
mientras las huellas de sus pisadas
se hunden en la impermanencia de la nieve
sin embargo una cuerda los sujeta
en la duración de un momento eterno
para no abandonarse
para no perderse
para no perderse
No hay comentarios:
Publicar un comentario