Despierta el día. Cierro los ojos. Me sumerjo en las profundidades de las sábanas. Doy inicio a un ritual privado en el que me consagro al poder de detener el tiempo. El pasado se desvanece dejando sólo la estela de lo que pudo ser un sueño. El futuro me oculta la mirada. En suspenso junto a la vida, invisible, quedo a salvo de quien soy
No hay comentarios:
Publicar un comentario