La imagen es nítida: llueven los lilas sobre el abrazo de los amantes
Me acerco a sus detalles. Busco distinguir si se trata de una foto o de un recuerdo.
Desde dónde estoy puedo oler el perfume del Jacarandá que esparce sobre la tarde la emoción y la añoranza. Por un instante, sobreviene la típica sorpresa cómplice frente al azar de las coincidencias. Una vez más, aunque sea sólo por un instante, la dicha parece haber quedado a salvo del olvido.

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