Ayer el mediodía imponía su pausa sobre la vereda
un sol rotundo aniquilaba las sombras
el asfalto adormecido por los sonidos que circulaban en cámara lenta
jadeaba agobiado bajo el sopor de enero
Hoy amaneció domingo
tímido de promesas le pertenece por entero a la lluvia
que con su melodía dulzona lo humecta y abomba los recuerdos
una luz de otoño despliega su manto (gris) sobre los dorados
e interrumpe el verano fulgurante de las hojas
Mañana un aleteo verterá el murmullo de sus plumas
sobre los sonidos apagados que yacen en la helada
el despertar del día se resistirá en una modorra indiferente
que mecerá a una luna adormecida
¿quién vendrá a despertarla?
Al fin los pájaros habrán amanecido antes que la mañana
le cantarán a la lluvia que cabalga hace días sobre los buenos aires
lluvia acústica sin truenos ni relámpagos
tan constante que parece haber disuelto
la larga noche del invierno
la claridad se apresurará a denunciar los tropiezos del día
transparentándolos