apenas perciben su roce
los labios le cierran paso
los dientes trituran
la presa salvaje
-su fuerza espontánea-
un calambre de lengua
pulveriza las palabras
y esparce las letras
cautivas que estallan
dentro de la boca
...
el halo trémulo
de un suspiro
impregnará el aire
de la frase maniatada
será el último vestigio
epílogo de su presencia
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