martes, 29 de enero de 2019

resaca emocional


tu roce estéril
me cubrió de agujeros
purgo la peste de tu mirada flácida
vaho de un pedo inútil
resaca emocional









martes, 22 de enero de 2019

viernes, 18 de enero de 2019

Despertar


Me desperté con la certeza de haberme olvidado las pistas en el sueño. No puedo estar segura si ocurrió al abrir los ojos o apenas unos segundos antes. Por las dudas los cierro inmediatamente y permanezco en estado de total quietud, camuflada entre las sábanas y la almohada. Contengo la respiración como un cazador a la espera de su presa, atenta a percibir cualquier cambio sutil en el entorno. Es absurdo. No hay retorno. El laberinto onírico se esfumó por completo dejando solo un aura estelar de su paso por mi mundo. Donde estoy ahora, solo accedo a algunos sonidos aislados, la calle se despereza con las voces y las risas de mis vecinos y la bocina de un auto insomne. Sólo es cuestión de tiempo. Tarde o temprano el reloj eclipsará los sueños perdidos.  



lunes, 14 de enero de 2019

cielo abrillantado

frente a un cielo abrillantado de artificios
atentos a la secuencia del caos
penetramos en un portal lumínico
estallamos en fucsias, violetas, rojos y plateados
cautivos junto a la oscuridad y el silencio

martes, 8 de enero de 2019

narciso

sensual se amalgama a mis curvas
sinuoso conocedor de mi intemperie
su seda copula con mi piel
un alma se eleva desde las flores blancas del vestido sedoso
narciso despierta su poder

sábado, 5 de enero de 2019

Entre ruinas

Después de las explosiones, todavía resuenan ecos de los estruendos. Una bruma densa impregna nuestros nombres. Olvidamos de dónde venimos. También hacia dónde nos dirigimos. Olvidados de la vida, zombies entre ruinas, tropezamos con cascotes, filos de vidrios rotos, aceros oxidados, cables pelados y retazos de cuerpos ahora inertes. Cruzamos miradas de auténtica desconfianza. Puede haber un nuevo derrumbe de un momento a otro. Deambulamos por un laberinto apocalíptico, tal vez buscando una salida. Los escombros se funden en el horror de nuestros rostros. La realidad fue secuestrada. La extorsión es el silencio y la parálisis. Las esquirlas de nuestros deseos se abisman en el aire impregnado de azufre.