Me resultaba absurdo llamar para decírtelo.
Tan absurdo como que ahora me quede sólo a mi.
Y tanto más como estar escribiéndolo en este momento...
Conservo para mi los recuerdos de lo mucho que nos divertimos en algunos de nuestros juegos.
Así como el de algunas noches sombrías en que la obscuridad parecía haberse apoderado de vos.
Como también el del brillo y la luminosidad que me encantaba encontrar cada vez que permitías que se filtre.
Te extrañé y te voy a extrañar, mucho.
Acá va un temita de esos que, mientras que cerrabas los ojos, disfrutabas al extremo de emocionarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario