bajo la trampa de un cielo limpio de nubes
desfilan las risotadas de una felicidad impostada
una galería de máscaras ostenta
la libertad que no supieron conseguir
porque les fue dada
de pronto un chaparrón inesperado
distrae el cacareo que aturde al domingo
y borronea la mueca de sus alegrías
-mercancía que dan por merecida-
dejando al desnudo el carozo del miedo
que atraganta sus gargantas y los hace graznar
como cuervos desaforados mientras se asfixian
con el hedor del horror de su miseria