no puedo anticiparlo
su andar es su propuesta
un surco imprevisto
en la curva del camino
con el que tropiezo
resbalo, me rindo
entre la piedra sinuosa
y el dorado silvestre
un calor de fuego
me abrasa
y me consume
no hay viento
que extinga la llama
sólo crepitan
los restos de mi sombra
...
pronto serán cenizas
dispersas en el tiempo
de tu mirada